Juntos, tu pareja y tú en equipo, sin duda mejoraréis tus posibilidades de concebir durante los próximos meses. Después de todo, se necesitan dos personas para hacer un bebé. Una buena comunicación es clave; por supuesto ser honestos con los sentimientos y, a partir de la comprensión, con los pros y los contras de cada uno. Así es como se debe proceder apoyándose el uno en el otro en el viaje hacia el futuro:
Conocer tus períodos fértiles
Probablemente sepas cuánto duran tus períodos cada mes, pero las fechas de ovulación pueden ser más complicadas. En un ciclo normal de 28 días, el cuerpo produce un óvulo alrededor del día 14. Tus momentos más fértiles son desde los dos días antes hasta un día después del día 14. El momento exacto de la ovulación rara vez es conocido, generalmente se toma desde el día 9 hasta el día 15 como los días más fértiles. Si aún no estás segura, sólo tienes que escribir el día de tu última regla en nuestro calendario de fertilidad y obtendrás los cálculos oportunos. Una vez que conozcas tus días más fértiles, puedes marcarlos en el calendario y planificarte. Tener relaciones sexuales sin protección durante todo el mes es importante pero, si lo haces durante tu período más fértil, sin duda aumentarán tus probabilidades de concepción.
Comer de manera inteligente
Si estás tratando de tener un bebé es importante tener una dieta variada y equilibrada y un estilo de vida saludable, así ayudarás a tu cuerpo con la preparación para el embarazo. También es recomendable tomar un complemento alimenticio que contenga ácido fólico/folatos empezando al menos un mes antes de la concepción para que ayude* a cubrir las necesidades de folatos desde la planificación del embarazo. Y, ¡no eres la única que debe comer con sensatez! Lo que tu pareja coma, así como su estilo de vida, también afectará a la calidad de su esperma. Por lo que el objetivo será seguir juntos un estilo de vida saludable y una dieta equilibrada, evitando los alimentos procesados, en favor de: carbohidratos complejos (alimentos de grano entero, pan integral, arroz y pasta), proteínas (carne magra, pollo, pescado y legumbres), lácteos (como leche y yogur) y grandes cantidades de frutas y verduras.
Evitar el alcohol
Si soléis beber cuando salís, ahora es el momento de cortar. El alcohol hace que se reduzcan los nutrientes esenciales en el cuerpo y también se ha demostrado que afecta a la calidad de los espermatozoides, por lo que su abstinencia será un objetivo común.
Dormir lo suficiente
Disfrutar de acostarse juntos temprano es una buena manera de colaborar a prepararse físicamente para la concepción, por no hablar de la intimidad que surje entre los dos. Planificar un bebé puede ser divertido, se alivian tensiones o simplemente se disfruta de ser cariñosos.
Advertirle acerca de tus cambios de humor
Si estás tratando de quedarte embarazada, es natural sentirse un poco más desbordada cada mes. Tienes que ser honesta con cómo te sientes y dejar que tu pareja sepa que tienes ansiedad, en lugar de irritarte cuando te dice algo malo. Si éste no ha sido tu mes de suerte, haced juntos algo agradable para desconectar. Después de todo, apoyarse el uno en el otro es un buen entrenamiento para cuando os convirtáis en padres. Además por mucho que quieras a tu bebé, ser una nueva mamá puede ser todo un reto y es totalmente normal quieras pasar un poco de tiempo a solas con tu pareja, o sola. Así que piensa a quién puedes pedirle que cuide a los niños, incluso si es solo una hora o más. Los abuelos, las tías y los tíos del bebé son excelentes opciones y esto ayudará a tu pequeño a formar lazos familiares. *Sólo podemos dar consejos generales, cada embarazo puede variar de forma individual, por favor, ponte en contacto con tu ginecólogo en caso de preguntas o dudas. *Una ingesta suplementaria de ácido fólico incrementa el nivel de folato materno. Una cantidad baja de folato materno es un factor de riesgo de defectos del tubo neural en el feto en desarrollo. Por lo tanto, se recomienda que las embarazadas tomen un suplemento de 400 μg de ácido fólico al día, 1 mes antes de la concepción y durante los primeros 3 meses de embarazo. Hay otros factores de riesgo, aparte de la falta de ácido fólico, que afectan al correcto desarrollo del tubo neural, por lo tanto, la corrección de uno de los factores de riesgo (ácido fólico) no asegura el correcto desarrollo del tubo neural en todos los casos.