Encuentra aquí algunas de las preguntas y respuestas más frecuentes
Las investigaciones demuestran que la salud física y mental, el estilo de vida y la nutrición de una madre pueden tener un profundo impacto en el desarrollo de tu bebé. Es por eso que asegurarse de tener buena salud, seguir un estilo de vida saludable y llevar una dieta equilibrada y nutritiva es lo más importante que puedes hacer antes de la concepción. Aquí puedes encontrar algunas formas de preparar tu cuerpo:
Habla con tu médico sobre la planificación de tu maternidad.
Si fumas, es importante que dejes de fumar.
Mantén un peso saludable con una dieta equilibrada.
Mantente físicamente en forma.
Hazte una revisión dental, visita a tu dentista.
Evita las toxinas medioambientales siempre que puedas.
Si te preocupan las enfermedades hereditarias en tu familia, habla con tu médico de cabecera sobre asesoramiento genético.
Además, puedes comenzar a tomar un suplemento de ácido fólico y folatos -como Femibion 1*- como complemento a una dieta variada y equilibrada. Es importante preparar el cuerpo para el embarazo y aumentar el nivel de folatos. Tomar un suplemento de ácido fólico antes de quedarte embarazada puede ayudarte desde el inicio a alcanzar el nivel de folatos que necesitas. Ten en cuenta que si tienes una enfermedad determinada, como por ejemplo epilepsia y estás tomando medicamentos para tratarla, debes consultar a tu médico, ya que podría ser necesario aumentar la dosis diaria de ácido fólico. *Una ingesta suplementaria de ácido fólico incrementa el nivel de folato materno. Una cantidad baja de folato materno es un factor de riesgo de defectos del tubo neural en el feto en desarrollo. Por lo tanto, se recomienda que las embarazadas tomen un suplemento de 400 μg de ácido fólico al día, 1 mes antes de la concepción y durante los primeros 3 meses de embarazo. Hay otros factores de riesgo, aparte de la falta de ácido fólico, que afectan al correcto desarrollo del tubo neural, por lo tanto, la corrección de uno de los factores de riesgo (ácido fólico) no asegura el correcto desarrollo del tubo neural en todos los casos.
Hay varios modos de calcular cuándo estás liberando un óvulo cada mes. Una de cada cinco mujeres experimentan un leve dolor cuando se acerca la ovulación por lo que, si eres una de ellas, toma nota de la fecha cada mes para tener relaciones sexuales un par de días antes de ésta.
La concepción es técnicamente posible alrededor de dos días antes de la ovulación y hasta un día después. Puesto que el tiempo exacto de ovulación no es por lo general conocido, se consideran días fertiles desde el día 9 hasta el día 15 del ciclo menstrual de una mujer (en un ciclo normal de 28 días). Asegúrate de tener relaciones sexuales periódicas sin protección durante este tiempo, será más probable que se produzca la fecundación. Si tú y tu pareja estáis sanos y sois fértiles, hay una probabilidad de concepción del 15-25%. Para obtener más información, ¿por qué no compruebas nuestra infografía para ayudarte a encontrar tus días más fértiles y usas nuestro calendario de fertilidad para mantener un registro?
En primer lugar, una dieta variada y equilibrada y un estilo de vida saludable son la base para la concepción. También debes tener especial cuidado durante este período para asegurarte de que obtienes una ingesta adecuada de nutrientes en general. Las investigaciones muestran que las mujeres en edad fértil no siempre logran la ingesta diaria recomendada de algunos nutrientes, como los folatos o el hierro. Puedes encontrar más información sobre los tipos de alimentos que debes comer en nuestro artículo "¿Cómo mantener una dieta adecuada en nutrientes durante el embarazo?" aquí.
Una ingesta adecuada de ácido fólico/folatos es importante incluso antes de quedarte embarazada. Los vegetales de hoja verde, las levaduras y los productos integrales son las principales fuentes de folatos. Sin embargo, a pesar de que algunos alimentos contienen ácido fólico, se recomienda empezar a tomar un suplemento de ácido fólico/folato* (400 µg al día) al menos un mes antes y hasta tres meses después de la concepción, como complemento de una dieta variada y equilibrada y un estilo de vida saludable.
*Una ingesta suplementaria de ácido fólico incrementa el nivel de folato materno. Una cantidad baja de folato materno es un factor de riesgo de defectos del tubo neural en el feto en desarrollo. Por lo tanto, se recomienda que las embarazadas tomen un suplemento de 400 μg de ácido fólico al día, 1 mes antes de la concepción y durante los primeros 3 meses de embarazo. Hay otros factores de riesgo, aparte de la falta de ácido fólico, que afectan al correcto desarrollo del tubo neural, por lo tanto, la corrección de uno de los factores de riesgo (ácido fólico) no asegura el correcto desarrollo del tubo neural en todos los casos.
Todos los órganos del bebé se forman durante las primeras 12 semanas. Después de este tiempo, el bebé está completamente formado, pero necesita madurar. Por esta razón, el riesgo de malformaciones es particularmente alto entre los 14 y 55 días tras la concepción. Una vez que el óvulo fecundado se ha implantado en el útero, el bebé se vincula a tu cuerpo a través de la placenta. La placenta está diseñada para impedir que las sustancias perjudiciales lleguen al bebé. Ciertas sustancias como las drogas, la nicotina, los medicamentos y el alcohol son capaces de cruzar esa barrera, e interrumpir el desarrollo normal de los órganos del bebé. Lamentablemente, esto puede llevar a abortos espontáneos y anormalidades físicas. Por esta razón, es muy importante evitar las sustancias nocivas durante todo el embarazo y hasta el final de la lactancia.
¡Sí! Completamente. Los cambios de humor son un efecto secundario habitual en el embarazo, gracias a todas las hormonas extras que circulan por tu cuerpo. En un minuto te puedes sentir en éxtasis pensando en tu recién nacido y, al siguiente, estarás llorando porque no encuentras las llaves del coche. La gente de tu alrededor podría verte un poco aturdida, pero explícales que ahora te sientes un poco más sensible y lo entenderán. La carencia de sueño también puede afectar al humor, así que asegúrate de dormir lo suficiente, al menos, ocho horas por la noche, con siestas suplementarias a ser posible.
Si quieres saber el sexo de tu bebé, será posible a partir de la ecografía del segundo trimestre. Dicho esto, la ecografía no siempre es concluyente. Puede ser difícil definir el sexo si el bebé está de espaldas a la pantalla o si se mueve demasiado.
Por supuesto, puedes tomar suplementos de ácido fólico/folatos durante más de 3 meses. El ácido fólico / folato interviene en diferentes funciones del cuerpo que son relevantes para el embarazo más allá del 1er trimestre. Sabemos que un adecuado nivel de folatos o la ingesta adecuada de ácido fólico durante el primer trimestre del embarazo desempeñan un papel primordial en el desarrollo del tubo neural del bebé*. Después de la semana 12, todos los órganos del bebé estarán completamente formados, sin embargo, tus necesidades nutricionales de folatos seguirán siendo superiores a lo largo de todo tu embarazo y mientras estés en el período de lactancia. Seguir tomando un suplemento de ácido fólico como complemento a una dieta variada y equilibrada, puede ser muy adecuado durante este período de tiempo. El folato contribuye a la formación normal de células sanguíneas y al proceso normal de división celular, así como al crecimiento de los tejidos maternos durante el embarazo.
*Una ingesta suplementaria de ácido fólico incrementa el nivel de folato materno. Una cantidad baja de folato materno es un factor de riesgo de defectos del tubo neural en el feto en desarrollo. Por lo tanto, se recomienda que las embarazadas tomen un suplemento de 400 μg de ácido fólico al día, 1 mes antes de la concepción y durante los primeros 3 meses de embarazo. Hay otros factores de riesgo, aparte de la falta de ácido fólico, que afectan al correcto desarrollo del tubo neural, por lo tanto, la corrección de uno de los factores de riesgo (ácido fólico) no asegura el correcto desarrollo del tubo neural en todos los casos.
No eres la única con este problema, pero deberías tratar de limitar esa necesidad de «comer de más». Lamentablemente, lejos de satisfacer tu apetito, los alimentos azucarados provocan que los niveles de azúcar en la sangre se eleven rápidamente, conduciendo a una mayor liberación de insulina y, poco después, a un descenso de energía. La clave está en mantener los niveles de azúcar en sangre lo más estables posibles evitando hidratos de carbono refinados (alimentos azucarados). El pan, la pasta y el arroz integral contienen hidratos de carbono complejos, por lo tanto, son buenas opciones a tener en cuenta. Si definitivamente no puedes prescindir de un capricho dulce, tómate por ejemplo, un batido de fresa (hecho con leche, plátano, aguacate y fresas), un puñado de frutos secos o un tazón de yogur griego con un poquito de miel. Comer poco y a menudo, también te puede ayudar a mantener los niveles de azúcar en sangre estables y te ayudará a mantener las náuseas a raya.
Los productos lácteos, como la leche y el yogur, proporcionan un suministro adecuado de calcio (así como de proteínas y vitamina B12), pero no son la única fuente de calcio, hay verduras que contienen buenas cantidades de este mineral, por ejemplo la col rizada, el hinojo y las espinacas. Los frutos secos (por ejemplo avellanas, pistachos) y las semillas (como las semillas de amapola o sésamo) son también fuentes ricas en calcio. Y el agua mineral enriquecida con calcio también puede ayudarte a satisfacer tus necesidades diarias.
Una dieta que no contiene carne, pero que incluye proteínas de origen animal a través de alimentos como huevos y productos lácteos, es absolutamente suficiente. Podría ser útil que tomaras un suplemento de vitaminas y minerales, ya que, el aporte de las ingestas de minerales esenciales, como el hierro, el yodo, el zinc y el calcio, podría ser escaso en una dieta vegetariana. Una dieta vegetariana estricta (ningún producto de origen animal) no es aconsejable durante el embarazo, ya que puede ser complicado para el organismo obtener la suficiente vitamina B12, adquirida a través de alimentos de origen animal. La vitamina D, el hierro y el calcio también pueden ser deficitarios para los vegetarianos estrictos, ya que les es más difícil alcanzar el nivel de consumo nutritivo adecuado.
El sangrado de las encías es más común durante el embarazo debido a que las hormonas del embarazo provocan un mayor flujo sanguíneo en las encías. Por desgracia, este hecho aumenta el riesgo de desarrollar infecciones en las encías y puede afectar a los dientes. Hay estudios que vinculan la enfermedad periodontal con un mayor riesgo de aborto espontáneo. Esto significa que el cuidado de tus dientes y encías es crucial durante el embarazo.
Además es importante evitar los alimentos azucarados y cepillarse los dientes después de cada comida (al menos tres veces al día y durante dos minutos cada vez). Si no te es posible cepillarte los dientes después de la comida, masticar un chicle sin azúcar puede ser una alternativa.
Los chicles sin azúcar contribuyen a la neutralización de los ácidos de la placa bacteriana. El efecto beneficioso se obtiene si se masca el chicle sin azúcar durante un mínimo de 20 minutos después de la comida o bebida. Es importante seguir siempre una dieta variada y equilibrada y un estilo de vida saludable.
Si tienes náuseas y vómitos, espera media hora antes de lavarte los dientes y comienza aclarando bien la boca sólo con agua. Si cepillarse los dientes está fuera de lugar en ese momento, un enjuague bucal puede ser la mejor opción hasta que las náuseas desaparezcan.
Los niveles altos de tensión no son buenos en ningún momento, pero sobre todo deben evitarse cuando estás embarazada. Dicho esto, el estrés es muy difícil de medir, por lo que es imposible decir cuánto podría afectar a tu bebé. También es imposible evitar completamente el estrés durante los próximos nueve meses – de hecho, el intentarlo probablemente lo acentúe aún más. Comprueba, a día de hoy, si hay señales que te indiquen que debes reducir tu carga de trabajo y, si fuese necesario, háblalo con tu jefe. Mientras tanto, tu bebé sin duda podrá aguantar un mal día, aunque trata de relajarte.
El hecho de estar embarazada, no significa que tengas que dejar de hacer ejercicio. Es más, siempre y cuando estés sana y no tengas restricciones médicas que lo desaconsejen, mantenerte activa durante todo el embarazo puede ser muy beneficioso. Obten más información en el apartado "¿Puedo practicar deporte ahora que estoy embarazada?"